He empezado estudiando en una escuela de comercio internacional para viajar y forjar mi personalidad, rechazando un destino que hubiera parecido evidente. Pero la cocina fue cuna de mi infancia. Después de haber probado en otros campos, lujo y artesanía, he decidido en 1992 volver a la cocina para formarme.Mi padre siempre ha deseado que algún día me encargara de la dirección de la casa. Era consciente de que suceder a mi abuelo y a mi padre, dos monumentos de la gastronomía, no era asunto de poca monta.En 1998, con mi marido, nos encargamos de la dirección de Pic cuando mi hermano se fue. En 2001, el Pudlo France me eligió como chef del año. Este primer reconocimiento por una guía culinaria fue muy importante para mi carrera. En 2007, llegó la consagración con la tercera estrella Michelín.Mi cocina la definiría como simple y refinada. Le doy mucha importancia a la finura del sabor.
En la Maison Pic tengo un proveedor preferente, Cyril Vignon, horticultor desde hace cuatro generaciones. Tenemos una historia familiar similar y colaboramos juntos desde hace años. Desde hace unos meses hemos dado un paso más en nuestra colaboración. Ahora, Cyril nos reserva sus tierras y produce todas nuestras hortalizas.
Trabajo solo con hortalizas de temporada. Desde niña me gusta especialmente la remolacha, así como la zanahoria que combino con sabores insólitos como el whisky y el sobacha (infusión de trigo sarraceno). Me parece primordial conservar el sabor intrínseco de la hortaliza, pero también trascenderlo para asociarlo con otro sabor, que le aportará cierta suavidad y prolongará su gusto.