En el centro del casco antiguo de Quebec, entre el río San Lorenzo y la Place Royale, un lugar cargado de historia está esperando que usted viva la suya. Las bodegas abovedadas de las casas Leber y Charest, construidas en 1686, son de las más antiguas de la ciudad. Actualmente albergan un restaurante gastronómico que pone a la "Belle Province" en el mapa de los viajeros gourmets. Bienvenido a La Tanière³, el retiro experimental y sensorial del chef François-Emmanuel Nicol. Dedicado por completo a revalorizar los territorios boreales, trabaja exclusivamente con ingredientes locales y de temporada. A excepción del vino, aquí no hay ningún producto importado, todo lo que se sirve en el plato procede de las ricas tierras quebequesas y canadienses.
El chef muestra predilección por los productos desconocidos de su tierra, como el caviar del lago Saint-Pierre, la corteza del cerezo de fuego, las plantas autóctonas de Quebec o el pawpaw, una fruta de América del Norte cuyo sabor recuerda al del mango. En el restaurante La Tanière se ofrecen dos experiencias inmersivas distintas, una en el elegante comedor con una decoración fascinante, y la segunda en la barra del chef, sentado en primera fila para ver al personal mientras trabaja. En los dos casos, un menú degustación a ciegas acompañado de vinos con una paleta aromática rica y singular transporta a los comensales al corazón de la tierra quebequesa.