Estas pequeñas villas modernas que bordean el mar de China, con sus piscinas individuales, las actividades deportivas propuestas, así como los tratamientos del spa a base de sal marina y plantas medicinales recolectadas en el lugar, podrían incitar a dejarse llevar por el placer de la relajación. Pero este tranquilo hotel, alejado del bullicio, también es el punto de partida ideal para descubrir la península de Yomitan y la isla de Okinawa, donde podrá admirar las bellezas naturales de esta costa protegida, así como la riqueza del legado histórico y artesanal del antiguo reino de Ryükyü. Finalice sus días con una cena bajo la suave brisa marina, saboreando una refinada cocina continental a base de ingredientes producidos en la isla.