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La antigua casa del marqués de La Fayette se encuentra en el centro del prestigioso barrio de la moda parisina. La rue d'Anjou, a tiro de piedra de la rue du Faubourg Saint-Honoré, es el lugar donde se establecen modistas, diseñadores y modelos del mundo entero. Durante la Semana de la Moda de París, el Marquis es especialmente apreciado por su decoración intimista. A los artistas les gusta encontrarse en esta casa familiar de lujo. Las conocidas firmas de moda se intercalan con las grandes joyerías de la place Vendôme. El Grand Palais, sede de eventos artísticos de renombre como la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, se encuentra a dos pasos de la tranquilidad y la calma del establecimiento. A tan solo unos minutos a pie, también tendrá la opción de elegir entre un amplio abanico de restaurantes Relais & Châteaux.
Tres siglos más tarde, a pesar de que el retrato de La Fayette sigue dominando la prestigiosa galería del Palacio de Versalles, la casa del marqués ha sufrido cambios. Gracias al famoso arquitecto italiano Michele Bönan, que también podría llamarse el "revolucionario", el hotel combina historia y modernidad. Reconocido por el diseño de lujosos yates, Michele Bönan ha sabido cómo trabajar conforme a las peculiaridades del espacio mediante la creación de muebles totalmente personalizados. La decoración de las 15 suites está compuesta por obras seleccionadas con esmero por el maestro florentino. Observe las vigas de estuco italiano de color marfil. Los tejidos de calidad son obra del diseñador milanés Dedar, también distribuidor de la firma Hermès. Tras haber oído hablar de esta dirección secreta, Massimo Listri, el maestro de la fotografía arquitectónica, se personó para inmortalizar dicha decoración. Podrá descubrir aquí el hotel gracias a sus fotografías.
En el siglo XVIII, la puerta cochera del número 8 de la rue d'Anjou veía cómo el marqués de La Fayette pasaba por ahí a diario. La decoración de su casa se glorificaba de las marcas distintivas propias de su rango. Desde la nobleza de las delicadas boiseries a los elementos decorativos del porche, esta mansión particular es una de las pocas en París que no experimentó una transformación en el siglo XIX, durante el dilatado plan de reestructuración del barón Haussmann. Por lo tanto, no olvide admirar el amplio patio empedrado y el suelo de época de la entrada, legados patrimoniales de excepción. Cuando esté cómodamente instalado en su suite, preste atención a la auténtica chimenea Luis XIV y al sublime mármol de Carrara que decora los baños.