El Château de la Treyne, residencia muy marcada por la historia, cuyos textos atestiguan su existencia desde el siglo XIV, se impone por su posición dominante sobre la Dordoña. Rodeado por un bosque privado de 120 hectáreas y por un jardín a la francesa salpicado de Vasos Médicis, el Château de la Treyne es un remanso de paz y tranquilidad que proporciona bienestar y serenidad a sus huéspedes. En su interior, la decoración ofrece un lugar de excepción a la piedra, la madera y los maceteros, pero también ha sabido concebir un lugar cómodo que conserva el alma y la autenticidad del lugar.