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Este palacio con jardín, magnífico conjunto arquitectural barroco compuesto por dos palacios, fue la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya en el siglo XVIII. El Alto Belvedere alberga una de las mayores colecciones de obras de arte austriaco, entre las que cabe destacar a los artistas de la Secesión de Viena, Egon Schiele y Klimt, cuyo ilustre Beso es uno de los ineludibles de la visita. En el Alto Belvedere, podrá admirar la arquitectura de los edificios, los interiores que revelan una profusión de mármol, dorados y grotescos, los jardines y los espejos de agua en los que se refleja el castillo.
¿Qué sería de Viena sin música? La Ópera de Viena, auténtica institución ubicada en el corazón del Ring, le ha aportado a la ciudad el aura musical que ha creado su marca de identidad desde el siglo XVIII. Desde su inauguración en 1869 con El libertino castigado de Mozart, la ópera ha alternado a sus directores, entre los que cabe destacar a Gustav Mahler, Karl Böhm o Herbert von Karajan. El tradicional Baile de la Ópera reúne cada año a ilustres personalidades en la pista de baile de la sala de espectáculos.
Líneas arquitectónicas que se ondulan en fachadas multicolores, ventanas asimétricas, vegetación que emana de todos los rincones... tiene frente a usted la original Casa Hundertwasser. Este conjunto de 52 alojamientos, fruto de la imaginación del visionario artista Hundertwasser y del arquitecto Joseph Krawina, se construyó entre 1983 y 1985. Sita en Kegelgasse 34-38, una fugaz visita a este edificio no deja indiferente a nadie.
La Catedral de San Esteban de Viena, magnífico edificio de estilo gótico que data del siglo XII, es un indispensable durante una visita a Viena. Después de una subida de 343 escalones, alcanzará el Tümerstube, que ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad de Viena. Otra curiosidad de la catedral reside en que la Pummerin, la mayor campana de Austria con un peso de 20 toneladas, aún sigue activa. Por último, la arquitectura interior revela los diferentes estilos que conviven con elegancia. El altar mayor es una obra de arte que no debe perderse.
