En un exuberante bosque tropical, a tan solo 20 min de las archiconocidas cataratas de Iguazú, las 14 villas construidas sobre pilotes cuentan cada una con su propia piscina privada. La decoración interior de los alojamientos está elegantemente inspirada en la artesanía local guaraní, caracterizada por la presencia de cestas y tejidos tradicionales. Al mando de los fogones, el Chef ofrece una cocina del corazón, desde la selva al plato, a medio camino entre sencillez y sofisticación, en función de los gustos y las estaciones. En los alrededores, la naturaleza esconde innumerables secretos que nos sorprenden: orquídeas, helechos, árboles endémicos entre los que pasan desapercibidos tapires, monos, pumas y pájaros de infinitos colores.