1. Cultivar la sensibilidad ecológica - Nayara Gardens, Costa Rica
Sumergirse de lleno en la vegetación es una expresión que cobra todo su sentido en el Nayara Gardens. Las habitaciones dialogan con el dosel forestal y la selva se inmiscuye en los jardines con el volcán Arenal como telón de fondo. Concienciar a los huéspedes sobre el medioambiente es su misión. Guías naturalistas dirigen las caminatas por las laderas del Arenal para «espiar» miles de aves endémicas o migratorias, respetando su hábitat. Por su parte, los safaris nocturnos permiten acechar 28 especies de ranas poco comunes en las charcas. Un universo acuático y musical en el que se funden, en pleno bosque tropical, los cantos roncos de los machos intentando seducir a las hembras… ¡sordas de nacimiento!
2. Favorecer el turismo positivo - Herdade da Malhadinha Nova, Portugal
¿Por qué Portugal? Porque este país ha promulgado una ley que obliga a las empresas del sector turístico a implantar, antes de 2027, medidas para gestionar su consumo de agua, energía y reciclaje de residuos. ¿Y por qué Herdade da Malhadinha Nova? Porque es una finca familiar con 24 habitaciones en medio de 450 hectáreas de viñas en llanura, en un pueblecito con mucho encanto llamado Albernoa. Los propietarios mezclan la arquitectura rural con el diseño contemporáneo, además de apostar por descubrir el Alentejo y sus viñedos en paseos a caballo o de degustar productos de su granja y sus viñas. ¡Para sumergirse en el mundo rural!
3. Comprender los animales salvajes - Epako Safari Lodge & Spa, Namibia
¡Fantástico! Epako Safari Lodge es ideal para disfrutar en familia y con niños, una gran oportunidad para observar a 2000 especies salvajes en las once mil hectáreas de la reserva. Algo muy importante, porque las generaciones futuras corren el riesgo de no poder ver nunca «en vivo» a algunos animales en peligro de extinción. Una ocasión también para conocer los secretos de la reproducción del guepardo en el centro de recuperación. Si el ser humano no se preocupa por la supervivencia de los 7000 ejemplares que existen en África, la fiera más rápida del universo podría desaparecer en muy poco tiempo. Por la noche, otra gran emoción consiste en admirar a los guepardos bebiendo en compañía de otros animales de la sabana en el estanque frente a las diez habitaciones del lodge. ¡Una lección de zoología inolvidable!
4 - Remediar los daños causados por el ser humano - Clayoquot Wilderness Lodge, Canadá
Un terreno de 25 bungalós de tela a orillas de un lago en una reserva de la biosfera. Después de llegar en barco o hidroavión, un coche de caballos nos lleva a Clayoquot Wilderness. Relax… observación de ballenas y osos para los más contemplativos; balsismo, equitación o escalada para los aventureros. En cambio, ya nadie puede practicar la pesca del salmón rojo. Una decisión responsable entre los propietarios del lodge y el Ministerio canadiense de la Pesca y los Océanos para frenar el declive de esta especie acondicionando unos desovaderos para facilitar su reproducción. Sin embargo, los huéspedes pueden participar a voluntad en estas misiones para preservar el hábitat salvaje de los salmónidos.
5 - Sublimar los sentidos sumidos en la experiencia - L’Effervescence, Japón
Reservar una mesa en el restaurante L’Effervescence del chef Shinobu Namae permite contribuir a su iniciativa en favor del planeta, nutrirse de poesía al leer la carta y de esteticismo admirando los platos. En el centro de Tokio, este restaurante francés acaba de sumar su tercera estrella en la Guía Michelin y la estrella verde, que recompensa desde 2020 a los chefs que aúnan gastronomía y ecología. Shinobu Namae (48 años) estudió ciencias políticas y siempre ha apostado por defender el desarrollo sostenible, denunciando tanto la pesca excesiva (del atún, sobre todo) como la ganadería intensiva. Una oda a la naturaleza, un deleite para los sentidos.
6 - Apoyar la vida local - Suján Sher Bagh, Indien
Desde hace varias generaciones, la familia de Jaisal y Anjali Singh ayudan a las comunidades locales de Rajastán. Los tres campamentos Relais & Châteaux de SUJÁN están diseñados para compartir experiencias excepcionales, que son beneficiosas para las comunidades locales, además de contribuir a la preservación de la fauna indígena. En cada uno de los campamentos, SUJÁN imparte formación y contrata a personas de las comunidades locales para convertirlas en miembros esenciales del equipo. Una estancia en el campamento original Suján Sher Bagh de Ranthambhore permite constatar el impacto positivo de su filosofía altruista. Este lodge, a diez minutos de la reserva y la fortaleza del siglo X, linda con Dastkar, una entidad sin ánimo de lucro donde mujeres sin recursos tejen prendas, bordan ropa de hogar y crean complementos de moda. Los clientes del Suján Sher Bagh pueden encontrar recuerdos para regalar o regalarse, con la doble satisfacción de comprar objetos bonitos y apoyar una gran iniciativa social.
7 - Agradecer a la Tierra - Domaine de Rymska, Francia
Este establecimiento 100 % rural es idóneo para vivir el campo y en el campo. ¡Una experiencia acorde a los tiempos que corren! Domaine de Rymska, reformado por artesanos locales con el uso prioritario de materiales de la región, abarca 80 hectáreas y cuenta con una casa señorial de cinco habitaciones exquisitas y un restaurante que propone productos procedentes en su mayoría de su granja, jardín, huerto y vergel. Un territorio auténtico para disfrutar a placer de prados, estanques y bosques colindantes o bien para navegar plácidamente en el Canal del Centro. Lejos del mundanal ruido, en conexión con los planetas bajo un cielo exento de contaminación.
8 - Privilegiar la ética - Maslina Resort, Croacia
Conciliar turismo y ecología es la clara voluntad de los creadores del Maslina Resort. Frente al Adriático, cerca de la ciudad antigua de Stari Grad, declarada patrimonio mundial por la UNESCO, y rodeado de tres hectáreas de naturaleza preservada, este cinco estrellas encarna el lujo responsable. Artesanos y materiales locales, fachada camuflada detrás de tablillas de madera, tejidos naturales en las 50 habitaciones y tres chalés, así como unas piscinas sin cloro perfilan un entorno sano y virtuoso. En la huerta de 8000 m², los huéspedes se extasían con las frutas y verduras ecológicas que cocina la chef Patricia Yeo y las plantas aromáticas que se utilizan en el spa, en combinación con aceites esenciales locales. ¡Bien, bonito y bueno!
9 - Cultivar el jardín - Gravetye Manor, Reino Unido
Una escapada inglesa, a 60 km de Londres, para admirar la obra maestra hortícola de William Robinson. De origen irlandés, el padre del jardín inglés, una mezcla plantas indígenas y exóticas en parterres desordenados y salvajes, vivió en Gravetye Manor hasta sus últimos días en 1935. Los propietarios de esta casa de campo romántica de 17 habitaciones, con sus múltiples chimeneas en medio de un océano de vegetación, se afanan en conservar la obra maestra de Robinson, al igual que los magníficos invernaderos victorianos y la huerta. Tom Coward, el jardinero jefe apasionado y apasionante, organiza visitas en las que comparte sus secretos verdes y los de William Robinson a quien se lo pregunta con diligencia. ¡Fervor por la jardinería!
10 - Adherirse al movimiento lento - Pikaia Lodge, Islas Galápagos
Fascinante por el color verde de las colinas, el azul del Pacífico o el marfil de la playa. Pikaia Lodge domina un paisaje virgen. En Santa Cruz, una de las diecinueve islas del archipiélago, el lodge está construido con materiales y técnicas sostenibles para limitar su impacto medioambiental y desvela un panorama asombroso. Fue en 1835, durante su estancia aquí, cuando Charles Darwin conceptualizó su teoría de la evolución. El aislamiento del archipiélago, a 1000 km de las primeras costas, preserva sus especies de los trastornos. Al caminar lentamente y sin hacer ruido por el litoral, podemos toparnos con iguanas y tortugas gigantes como en un documental de la prehistoria, además de poder observar en el océano a lobos marinos y ballenas jorobadas. Todo un elogio a la lentitud.
11 - Conectar con la naturaleza - Fontenille Menorca - Torre Vella, España
Adquirir una finca en la isla de Menorca, declarada Reserva Mundial de la Biosfera en 1993 por la UNESCO, requiere respetar unas normas de reforma muy estrictas. Cuando compraron Torre Vella, una granja abandonada cuyos terrenos bajan hasta el Mediterráneo, los propietarios de la colección Domaine de Fontenille cumplieron la ley al 100 %. Con un arquitecto local, levantaron los muros; con el asesoramiento de un enólogo agrónomo, recuperaron el cultivo de las 200 hectáreas de tierra con viñedos, plantas aromáticas, pastos para ovejas y prados para burros y caballos. Un marco idílico para disfrutar de la estancia en una de sus 17 habitaciones. Además, ofrecen productos ecológicos en su cocina y spa. Una escala mineral, natural y mágica.
12 - Apoyar al personal accionista - Castle Hill Inn, Estados Unidos
¡Cambio de situación inesperado! Castle Hill era la antigua casa de un biólogo marino adinerado, que se construyó en 1875 al igual que otras muchas casas solariegas de Rhode Island. Convertida en hotel de lujo, fue adquirida en 2018 por… su personal a modo de «cooperativa obrera». Desde entonces, como únicos propietarios de esta joya que se refleja en el Atlántico, los empleados velan por mantener su alta categoría y por satisfacer los deseos de su clientela. Al igual que los antiguos dueños, también apoyan a los productores locales de la cooperativa Farm Fresh Rhode Island. Un espíritu emprendedor digno de alabanza y elogio.
13 - Sumergirse en el verdor - Hôtel Grad Otočec, Otočec, Eslovenia
¡Fluye un río por el medio! El hotel Grad Otočec es un castillo medieval que se ha ido transformando a lo largo de los siglos con saber hacer local y materiales apropiados, en una isla rodeada y atravesada por el río Krka. Un paraje único y preservado para pescar truchas o salmón del Danubio, pasear en barca remando, iniciarse en los baños de bosques o practicar el «agrofitness» (jardinería en el huerto ecológico) siguiendo las recomendaciones del propietario. Los huéspedes de las 15 habitaciones pueden despertarse con el agradable canto de múltiples pájaros, un sonido que acompasa las jornadas. La naturaleza embriagadora alivia tensiones y estrés, el cuerpo revive y el espíritu se enriquece de imágenes e ideas positivas. Terapia 100 % campestre en un país que apuesta por el «turismo sostenible».
14 - Sumarse al objetivo de carbono cero - Huka Lodge, Nueva Zelanda
El objetivo de carbono cero para 2050 es un acto político y cívico determinado por ley en Nueva Zelanda. En este país en la otra punta del mundo, alojarse en el Huka Lodge —en la isla Norte— permite hacerse una idea de esta apuesta medioambiental. Construido desde hace cien años a orillas del río Waikato, entre tierras vírgenes, lagos y arroyos cristalinos, el Huka Lodge se enmarca en esta dinámica y propone actividades en osmosis con la naturaleza a los huéspedes que se preocupan por el futuro del planeta. Por su parte, el chef Paul Froggatt defiende la gastronomía local. De acuerdo con la ética «del campo al plato», se abastece de agricultores y ganaderos ecológicos de los alrededores. Toma de conciencia… ¡acción!
15 - Fomentar la hotelería ecorresponsable - The Little Nell, Estados Unidos
En Colorado, Aspen es la estación de esquí más opulenta y exclusiva de los Estados Unidos, con múltiples hoteles de cinco estrellas. Los más conscientes del sufrimiento de la Tierra apostarán por The Little Nell, el único cinco estrellas de Estados Unidos con certificación ISO 14001 de gestión medioambiental. Con el fin de cuidar el planeta, la dirección de este hotel ha adoptado medidas ecorresponsables: reducción del consumo energético, instalación de paneles solares, gastronomía local en su mayoría, financiamiento de la Environment Foundation para reducir el impacto del cambio climático… Desde hace poco, The Little Nell propone a los huéspedes adherirse a sus esfuerzos mediante el «Programa Eco-Lujo». Un programa completo para salvar un mundo asfixiado.
16 - Proyectarse en la historia - CIRQA, Perú
Dormir en una de las 11 habitaciones del Cirqa es un privilegio emocionante. Se trata de un antiguo monasterio del año 1540, como Arequipa, una ciudad situada a 2335 m de altitud y rodeada de tres volcanes. Los edificios coloniales de los siglos XVI y XVII, de piedra volcánica blanca tallada a mano, están muy bien conservados, como el hotel, formando un conjunto arquitectónico destacable, declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Al emprender la ruta panorámica hacia Titilaka, se llega a las altas planicies, donde los rebaños de los criadores de lamas y alpacas conviven con las hordas salvajes de guanacos y viñedos. Escenas pastorales que se mantienen inalterables desde hace siglos. Como Arequipa.
17 - Observar la fauna marina - Glenapp Castle, Escocia, Reino Unido
Esta residencia romántica de arquitectura desbocada podría considerarse una «locura». Glenapp Castle, que destaca majestuosamente en una colina que domina el mar de Irlanda, es un derroche de torres y torrecillas, que construyó en 1870 el célebre arquitecto David Bryce. Al abandonar la suave comodidad de las 17 habitaciones artesonadas, podemos pasar una o dos noches en las acomodadas tiendas de campaña del hotel, más abajo junto a la costa, para navegar a la mañana siguiente por el archipiélago de las Hébridas, entre las islas de Ailsa Craig, Arran y Holy Island, para admirar los delfines y centenares de pájaros marinos de impresionante envergadura. Un safari en versión marítima.
18 - Relajarse, recuperar fuerzas - Taubenkobel, Austria
Una casa de viticultor como una casa de muñecas, un refugio envolvente y reconfortante a 50 km de Viena. Esta es la impresión que da Taubenkobel, con sus muros blancos por fuera, sus diez habitaciones confortables que dan al jardín, su gran estanque propicio para el baño en verano y los senderos que rodean la propiedad. Ideales para recorrer a pie o en bicicleta después de haber degustado la cocina con dos estrellas Michelin del chef Alain Weissgerber. Propietario del establecimiento junto a su esposa Barbara Eselböck, hija de los primeros explotadores, directora y sumiller a la vez, forman una pareja muy solícita. ¡Hogar, dulce hogar!
19 - Descubrir los estilos de vida tradicionales - Bellevue Hotel & Spa, Italia
El hotel Bellevue permite remontarse en el tiempo, porque perpetúa y magnifica el estilo de vida y las tradiciones del valle de Aoste a través de sus cuadros, objetos y mobiliario, así como los trajes de época del personal, las mesas temáticas del restaurante y sus menús. Además, cabe mencionar que el hotel evita el uso de plásticos, recicla la mayoría de sus residuos, utiliza energía hidráulica producida en Cogne y agua del glaciar para el agua de beber. Sin duda alguna, nadie se podrá resistir a su nuevo spa, con tratamientos a base de plantas regionales y cosmética ecológica de la marca Officina Profumo-Farmaceutica Santa Maria Novella, fundada hace 400 años en Florencia. Entre romanticismo y realismo.
20 - Impregnarse del olor del pino - In Lain Hôtel Cadonau, Suiza
Nos gusta el In Lain Hotel Cadonau porque nos encantan las sagas que exhalan felicidad. Una bonita historia de Dario y Tamara Cadonau, los propietarios de esta joya de 14 habitaciones, donde vivían los antepasados de Dario hace 450 años. Descendiente de una familia de carpinteros, Dario ha fabricado todos los muebles del In Lain con su hermano Marco, ebanista, apostando por el pino cembro típico de los Alpes, conocido por sus propiedades calmantes y revitalizantes. De hecho, en lengua romanche, «lain» significa «de madera». La sauna exterior, frente a la montaña, también exhala ese olor característico del pino cembro. Dario ejerce su verdadero oficio de «chef» en los tres restaurantes, como en los fogones del Vivanda, galardonado con una estrella Michelin en 2020.
21 - Elegir un destino de ensueño - Le Nuku Hiva, Polinesia
Hoy día, ser trotamundos es una tarea complicada, ¡pero no hay mal que por bien no venga! Ante las dificultades que entrañan las restricciones fronterizas, queremos disfrutar de un magnífico viaje, pero uno que sea memorable y excepcional. Nada mejor como acomodarse en una de las veinte cabañas selectas del Nuku Hiva, con vistas a la bahía de Taiohae. El lujo al estilo de Robinson Crusoe, una escala ideal para explorar la belleza de estas tierras marquesanas, reflejada en la pintura de Gauguin y en la música de Jacques Brel. Un edén preservado para renacer, para practicar danzas iniciáticas con los autóctonos, como la danza del pájaro, para saborear el pescado preparado por un pescador, o para nadar en las aguas cristalinas de Anaho, la bahía más bonita del mundo. Un sabor a paraíso para reconectar con las raíces de la humanidad.